Oswaldo Guayasamín (1919-1999), uno de los más grandes artistas plásticos de Latinoamérica, dedicó la mayor parte de su vasta obra a rescatar y elevar el conocimiento sobre los pueblos originarios del continente. En sus dramáticos trazos de los rostros, cuerpos y grandes manos de sus personajes indígenas, con sus tradiciones y cultura, lograba transmitir de forma aguda el sufrimiento de la larga y oscura noche que vivieron. Sus obras provocan un impacto enorme en la conciencia de sus espectadores, algo que era una marca de su gran talento. Lo hizo en la pintura, en la escultura y en la orfebrería, al igual, que en su palabra siempre valiente y poética.