Desde los tiempos más antiguos, los juegos de azar han sido los favoritos de millones de seres humanos. Muchos juegos infantiles son de azar. Aquellos en que se apuesta dinero, son los más populares entre los adultos. Cuando la pasión por estos juegos es extrema, puede llegar a causar vicio, lo que provoca situaciones de delincuencia, y eventualmente una enfermedad grave: la ludopatía.
“¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruïdo, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido;”
Fray Luis de León (1527-1591)
Tuve el honor de conocer en mi vida a tres personajes que considero como sabios: Felipe Herrera Lane (Valparaíso, 1922 – Santiago, 1996), José Piñera Carvallo (París, 1917 – Santiago, 1991) y Danilo Poklepovic Petricic (Iquique, 1916 – San José, 1999). Me parece que se ganaron ese reconocimiento, a través de los años, por sus obras y pensamiento. En mi juventud, tuve la gran suerte de trabajar junto a estos tres notables personajes, con motivo de la preparación de la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, la UNCTAD lll, que se iba a celebrar en Chile en los meses de abril y mayo de 1972.
Venezuela es un país que, a pesar de su historia política compleja y de contrates tan marcados, le ha dado a Latinoamérica, algunos de sus más importantes próceres: En el plano político y militar, al gran Libertador, Simón Bolívar; y en el plano de la cultura, la educación y el derecho, al maestro, don Andrés Bello. Varios países de América del Sur han sido marcados un poco en su historia por la herencia de ambos personajes.
En 1936, otro gran venezolano, el escritor Arturo Uslar Pietri, lanzó sus famosas advertencias tituladas: el “Festín de Baltasar” y “Sembrar el petróleo”. Señaló en estas, el peligro de ser solo países explotadores y dilapidadores de materias primas, como el petróleo, sin aprovechar esas riquezas para invertir en educación y en nuevas actividades económicas diversificadoras. El mensaje de Pietri, lamentablemente, ha sido poco escuchado y sigue vigente.
Dicen los médicos que un factor importante en la curación de una enfermedad es que el paciente tenga un estado de ánimo positivo; que piense que se va curar y que siga los tratamientos y recomendaciones con optimismo. Por el contrario, al enfermo pesimista, es posible que los achaques se le agraven; de hecho, hay factores psicosomáticos, es decir, situaciones psicológicas negativas que contribuyen a crear o aumentar los efectos adversos de una enfermedad física.