Un gran costarricense ha fallecido, don José Miguel Castro Echeverría. Para todos los que tuvimos la dicha de conocerlo y acompañarlo en sus luchas por poner a Costa Rica en el mapa de los destinos turísticos internacionales, las palabras que mejor lo retratan son las de un patriota, luchador incansable por engrandecer a su país.
En Chile, en 1972, cuando él realizaba una gira por todo el continente en su calidad de miembro de la Junta Directiva de la Confederación Latinoamericana de Organizaciones Turísticas (COTAL), la entidad turística más importante y prestigiosa de las Américas de esos años, fue que le conocí. Aunque en esos momentos todavía no era presidente ni vicepresidente de COTAL, su liderazgo era ya muy impactante.
Dos años después, el destino me trajo a Costa Rica, donde fue uno de los costarricenses que generosamente nos brindaron su apoyo para que junto con mi esposa pudiéramos tener una nueva patria y un lugar donde formar nuestra familia.
Sus condiciones de líder eran innatas en su personalidad y quienquiera que lo conociera por primera vez, las reconocía y aceptaba de inmediato, de un modo completamente natural. Aunque su vida fue muy polifacética, ya que brilló en muchos campos del quehacer humano, como empresario innovador en diferentes tipos de negocios y actividades agrícolas, industriales, comerciales, medios de comunicación, deportivas, políticas, de beneficencia y bien social, el sector que más le debe a su visión y liderazgo es el de la industria turística de Costa Rica y América Latina.
En Costa Rica, por muchos años fue el presidente indiscutido de la Asociación Costarricense de Agencias de Viajes, a las que impulsó y defendió con energía e inteligencia, promoviendo además el que estas empresas se dedicaran tanto al turismo emisor, que era lo tradicional, como también al receptivo. Como era hombre de palabras y de hechos, en su propia compañía Panamericana de Viajes, creó la División de Turismo Receptivo, una de las primeras con esta característica en el país.
Tenía una gran amistad con el presidente de la República don Daniel Oduber Quirós, otro gran soñador e impulsor del turismo en Costa Rica. De esta amistad surgieron varias iniciativas, como la convocatoria a un primer Congreso Nacional de Turismo, pensado como un foro permanente en el que tanto el sector privado como el público se reunieran para analizar las potencialidades del país y para promover estrategias comunes de desarrollo turístico. Como consecuencia surgió también la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR), organización empresarial cúpula hasta el presente, de la que don José Miguel fue miembro fundador y primer presidente. Otro de sus proyectos se orientó a lograr que Costa Rica fuese la sede de un Congreso de COTAL, el mayor evento turístico que se efectuaba en el continente, lo que le permitiría al país darse a conocer ante los casi dos mil agentes de viajes que asistían. El presidente de la República y el ICT le dieron su respaldo y la sede fue obtenida, siendo ese Congreso uno de los más exitosos que se habían efectuado. En esa ocasión, el año 1978, fue elegido presidente de la organización.
Como presidente de COTAL, llevó a esta organización internacional a su nivel más alto. Recorrió todos los países de Latinoamérica y el Caribe, reuniéndose con los presidentes de la República de todos ellos y sus autoridades turísticas, desarrollando una campaña orientada a lograr que los gobiernos entendieran el gran aporte que el turismo podía brindar a sus economías y al bienestar de sus pueblos. Visitó igualmente países desarrollados en Norteamérica y Europa, reuniéndose con sus gobernantes y grandes empresas emisoras, invitándolos a que motivaran fuertemente a sus habitantes a viajar y conocer Latinoamérica. El santo padre Juan Pablo II lo recibió en Roma en audiencia especial en esta cruzada por la promoción del turismo hacia Latinoamérica.
Asumía con pasión, con una energía desbordante que motivaba a seguirlo, todos los proyectos y desafíos que se proponía, pensando más en el interés general que en el suyo propio, porque en todos ellos había un aporte más al progreso de Costa Rica. Por ello, si alguien merece ser recordado como patriota, emprendedor y pionero del turismo, es don José Miguel Castro Echeverría.
Publicado en La República, el lunes 20 de diciembre de 2010.
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