Costa Rica logró la cifra record de dos millones de turistas el 31 de diciembre de 2008. Familia norteamericana fue recibida con flores y mucha alegría por Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y su ministro, Carlos Ricardo Benavides. (Fotografía de Al Día)

A raíz de la crisis económica mundial, en algunos medios de comunicación han aparecido análisis simplistas y sesgados acerca del impacto de la crisis en el sector turístico, cuyas fuentes son en su mayoría organismos de la integración centroamericana. Estos análisis tienen en común un grave defecto: se compara tipos de turismo muy diferentes, lo que hace que sus conclusiones resulten erradas.

Si solo se toma en cuenta la cantidad global de turistas, sin considerar la nacionalidad de origen y el medio de transporte, los resultados dan la impresión de que países como Honduras o Guatemala tienen mejores índices de turismo que Costa Rica, lo cual nos deja a un paso de sacar deducciones políticas simplistas sobre “cuál ministro o Instituto de Turismo es más eficiente frente a la crisis”.

El origen último de estas percepciones equivocadas se encuentra en la mala calidad de las estadísticas de turismo y en la carencia en Centroamérica de lo que se llaman las “Cuentas Satélites del Turismo”, aprobadas hace muchos años por la Conferencia Mundial de Estadísticas de las Naciones Unidas y recomendadas por la Organización Mundial de Turismo (OMT).

Tener estos instrumentos de medición modernos permitiría separar los ingresos propiamente turísticos de lo que se llama el tráfico transfronterizo, constituido por las personas que viajan de un país a otro por motivo de trabajo y entre países donde se dan condiciones para que ello sea masivo. En varias naciones del istmo, a estas personas se las contabiliza como turistas, llegando a ser casi el 60% del movimiento que estadísticamente se registra como turístico por parte de los organismos de integración.

Generalmente, estas personas son de muy bajos recursos y cruzan semanalmente la frontera correspondiente utilizando medios de transporte terrestre o incluso caminando. Contrario al resto de países centroamericanos, en el caso de Costa Rica este tipo de viajero apenas alcanza el 15% de los ingresos de personas extranjeras al país. Es posible, que este tráfico transfronterizo, como consecuencia de la crisis global, en lugar de reducirse, puede haberse mantenido igual o haber crecido, afectando de un modo equívoco las estadísticas de los Institutos de Turismo.

Otros factores por valorar son: cantidad de días de estadía y gasto diario, según nacionalidades, lo que también debe incluirse al hacer análisis de mercado profesionales. También, hay que realizar un análisis cualitativo, el cual debe incluir el peso que puedan tener los viajes de negocios dentro de la estadística de turismo. Esto es particularmente interesante en el caso de Panamá, donde la mayor parte de las llegadas de viajeros internacionales, corresponden a ese segmento, debido a que la zona franca del Canal es la principal proveedora de bienes de países como Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú; a lo cual se agrega el carácter de paraíso fiscal de su régimen tributario y bancario.

Costa Rica es el país de Centroamérica, que cuantitativa y cualitativamente, más turistas netos recibe. El país es el que tiene una menor participación de tráfico fronterizo y un porcentaje bastante normal del mercado de viajes de negocios, lo que no hace serio, ni científico, el comparar sus resultados estadísticos con base en un indicador muy poco representativo, como lo es el de solo sumar el total de llegadas que migración registra.