“Y vinieron los sarracenos,
Verso popular español del Siglo VIII
y nos molieron a palos,
que Dios ayuda a los malos,
cuando son más que los buenos.”
Los sistemas democráticos requieren para su correcto funcionamiento de representantes y funcionarios que cumplan un requisito esencial: La probidad. La honestidad, la rectitud, el respeto a la ley y la transparencia son valores que integran la probidad. La confianza que los ciudadanos depositan en la democracia y sus instituciones, para que se rijan en el marco de estos valores, es fundamental para lograr mayores niveles de desarrollo y prosperidad.