La globalización mundial ha puesto, en un primer plano, el tema de la competitividad de los países. Actualmente, la preocupación y prioridades de muchos gobiernos es establecer sistemas educativos eficientes que logren generar capital humano acorde a las necesidades y desafíos de la coyuntura económica internacional. El índice de competitividad del Foro Económico Mundial de Davos, ubicado en Suiza, que se publica anualmente, es posiblemente uno de los documentos más leídos y tomados en consideración por los “decision-makers” de cada país. Aunque ese índice tiene una gran cantidad de factores, muy variados, que forman parte de su medición, hay cierto consenso en que los más importantes son los que tienen relación con el factor humano, en un sentido amplio.