Cuando llegué a Costa Rica, en el mes de marzo de 1974, el Capitán Otto Escalante era ya una de las figuras más prominentes y respetadas del país. Había tenido una participación muy decisiva en la guerra civil de 1948 y llevaba más de 20 años dirigiendo LACSA, la línea aérea de bandera nacional, donde fue Gerente General y Presidente Ejecutivo. Ese mismo año, un mes después, tuve la suerte de coincidir con él en la inauguración del primer hotel moderno de playa que hubo en Guanacaste, el “Tamarindo Diría”, construido por don Luis Medaglia y por los hermanos Alfaro. La relación con él se mantuvo gracias a mi trabajo en el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).